viernes, 10 de marzo de 2023

Crónica 1º Manga - 2023


1ª Manga – Cenes de la Vega (4/03/23)

Redacción: Bogdan Clinciu



Por fin empezamos la LAP esta temporada, con una buena asistencia, donde 14 de l@s pilot@s era la primera vez que competían en la liga.

Subimos al despegue con el coche lleno, llegamos arriba y hacía un frío que te cagas. Me quedé helado nada más llegar y parece que también se me congelaron las dos últimas neuronas que me quedan. No fui capaz de meter bien la manga, creo que hablando con uno y con otro me despisté un poco. Cogí la primera versión de la manga que mandaron al grupo, la cargué en el instrumento y me concentré en prepararme y revisar el equipo para salir a volar. Mala suerte, no me enteré de que habían cambiado el radio de una baliza. Tengo que reconocer que tampoco ayudó tener que meter la baliza manual, me cuesta mucho meterla en mi cacharro y requiere de toda mi atención.




Me puse toda la ropa que tenía encima y despegué. Antes de mí ya había salido Robin y algunos más. Los pilotos en el aire subían rápido y hacían buen techo así que salí confiado.

Era mi primer vuelo tras mucho tiempo sin volar, así que mi meta era llegar a gol y centrarme en volar lo mejor posible. En principio, no tenía mucha intención de correr.

Despegué como a las 14:55, una térmica y ya estaba en el techo del día 5 minutos antes del Start. Una vez allí, estuve 5 minutos aguantando en la burbuja y viendo que los que habían salido después de mí subían bien, pero se iban a una zona más atrás, situada sobre la cantera. Miré los aparatos y vi que me indicaban que quedaba poco tiempo para Start así que me fui para allá.

Robin había tirado también, tenía mis dudas sobre si había puesto bien las balizas porque no venía casi nadie, miré la hora, faltaban 3 minutos para empezar así que empecé a acercarme al borde del cilindro. Ya junto al borde, miré para atrás, me costaba porque tenía mucha ropa y apenas podía moverme, y entonces vi que ahora sí que venían todos los demás.


Hice el Start, todo bien. A partir de ahí fuimos a la primera baliza del Polideportivo de Huetor, y sin girar nada, hicimos también la segunda que era el despegue.
Después nos fuimos hacia el cerro de Huenes, ahí ya éramos un grupo mayor y más compacto. Encontramos una buena térmica e hicimos techo de nuevo, estábamos Manu, Robin, Álvaro y alguno más.

Una vez arriba, fue la primera vez que sentía que se me congelaban los dedos. De ahí fuimos a hacer la baliza de la Boca de la Pescá que quedaba a 1km de distancia como mucho y tomamos dirección a la siguiente baliza sin girar.

Todos íbamos rápido, éramos un buen grupo de pilotos, íbamos bastante bien, a más de 50km/h y pisándole. A estas alturas, mi pilotaje ya había entrado en calor, ya sabéis, uno se emociona, tenía ganas de competir… En ese momento creo que nos alcanzó Pablo porque lo vi por primera vez.

Después de hacer la baliza de Jesús del Valle que estaba en la otra parte del valle de Cenes, se paró todo un poco y fui algo conservador. Llegué al despegue y vi a Manu a mi lado, giré algo y me dio como para poder pasar a la parte soleada, del lado de Monachil, donde vi a Pablo girando. Como tenía algo de altura, fui a buscar su térmica, no iba con mucho margen, pero como él subía bien, pensé: yo también voy a subir allí. Subimos sin problemas y se unió Manu, a partir de ahí nos juntamos los 3.

En ese momento no me había dado cuenta de que mucha gente se había quedado por debajo del despegue y les estaba costando remontar. A partir de entonces, ya no miré más atrás, subimos hasta 2200 y tiramos hacia las Sabinas. Íbamos bien, la línea era buena, Pablo asumió la cabeza y empezó a tirar fuerte, cómo se nota la combinación del submarino y la Enzo 3 nueva, pensé… cómo vuela este… ¡cómo flota!, y lo seguimos.

De vez en cuando parábamos para subir un poco. Llegando a las Sabinas, a mí me pita el aparato y pienso, de puta madre, pero veo a Pablo que está más al interior de la baliza y pienso, se habrá acercado a la montaña para subir mejor. Pero no se detuvo, siguió más y más hacia el interior y de pronto giró bruscamente para volver hacia el despegue. Yo me entretuve un poco para subir porque Pablo iba más alto. Se ve que, aunque me metí bastante hacia las Sabinas no conseguí hacer la baliza por unos 30 metros más o menos, aunque mi aparato me decía que sí, estaba mal metido el radio.

Entonces, decidí seguir la carrera con Pablo y con Manu, seguíamos una senda ascendente, íbamos bien. Nos cruzamos con Miki que iba solo y un poco por debajo de nosotros, su rumbo era claramente hacia el interior de la baliza. Seguimos los tres en grupo, llegamos al despegue, hicimos la baliza y nos fuimos hacia el cerro Huenes.

Pablo seguía tirando, de ahí a la Boca de la Pescá y allí encontramos una buena, subimos bien, hicimos techo y a partir de ahí a planear. Durante el planeo aproveché para calentarme los dedos, no podía más con el dolor por el frío, iba a medio pedal. Llegamos a la baliza de Dílar y decidimos volver por el llano. Yo sabía que por ahí habían ido de vuelta en la última manga que volamos el año anterior. Nos miramos los tres un momento y nos entendimos perfectamente, ¡vamos! Así que le tiramos por el llano. De camino, el vario pitó un poco, le dimos unos cuantos giros para que los cacharros nos dijesen que llegábamos a gol con algo de margen y cuando llegó a cantar 400 sobre gol, a fondo hasta el final. Los adelanté en el último kilómetro a pesar de ir por debajo, entre tres segundos antes. Yo pensé que habían soltado el pedal, pero luego hablando me dijeron que no y llegamos a la conclusión de que es posible que hubiese mayor intensidad de viento Sur por debajo, lo que probablemente aumentó mi velocidad.

¡Gran fin de semana de vuelo entre amigos! La próxima manga estaré más atento…😊









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