¡¡¡QUE VIVA LA LAP!!! es la expresión que más se repetía el domingo a última hora en el aterrizaje de Cenes tras dos días difíciles y que exigían mucho pilotaje para completarlos. Mas de 30 pilotos participantes y la presencia de otros muchos amigos, destacando la de nuestros tres cojitos ya andarines, Emi, Katri y David.
La presencia de fuerte levante en costa dejaba la zona de vuelo de Cenes en el sotavento de la sierra y protegida del viento meteorológico, pero su intensidad influiría mucho en el régimen de vientos y dejó un sábado complicado para una manga de 52 kms, 32 sin radios, por los valles del río Monachil y Genil, con el Cerro de Huenes y la Iglesia de Cenes como puntos más alejados. Un poco -quizás demasiado en algunos momentos- de rock and roll a dos alturas, 1500 y 2000 metros, marcaban fuertes cambios de viento -de hasta 90º- y obligaban a estar muy pendientes de las evoluciones de los parapentes y a afinar mucho en el pilotaje para superar la cizalladura superior.
Con la apertura de la ventana salieron los primeros pilotos y se vio claro que el día obligaba a pilotar muy fino. El primer tramo era difícil, costaba localizar las térmicas y dio con no pocos pilotos en el suelo o casi en el suelo, aprovechando bien el redespegue Morenate y Alain para llegar a gol. Acaban en hora y media Corpas y Castellanos primero, Linde y Cervilla después, único con vela C al ritmo de las velas "pata negra" porque el que tuvo retuvo, a menos de 10 minutos. Poco a poco 6 pilotos más llegan a gol, Jose A. Pérez, Zapata, Morenate, Piedra, Nieto y cerrándolo Alain Curión más allá de las tres horas desde la apertura de la manga. Otros dos pilotos hicieron más de 30 kms, Roby Villena y Dani Blanco, al que no le valió nada más la mitad por realizar un touch-and-go en El Purche.
A la manga de la noche llegamos reventados y no nos alargamos más allá de la cena, que duró hasta las 2 gracias al ambiente de la treintena de personas que allí nos reunimos entre pilotos y allegados. El domingo prometía más y había que reponer fuerzas.
La previsión del domingo era menos dura que la del sábado. Existían las diferentes capas de viento pero las cizalladuras eran mucho más llevaderas que el día anterior. Disfrutamos de dos lanzamientos de paracaidas este día, ambos realizados en salto base soltándose del parapente por parte de Raúl Rodríguez y Demian Cavendish que se acercaron a la zona mientras que disputábamos la manga. Se amplió la zona de vuelo con respecto al sábado, nos acercamos a las estribaciones de la Sierra con la baliza de La Sabina y visitamos dos veces la Fuente del Hervidero, para terminar una vez más en la iglesia los 48 km de manga, 39 sin radios. Rápidamente se hicieron dos grupos, uno de 4 pilotos que ganó la manga con Corpas, Castellanos, Linde y Morenate, perseguidos por Cervilla, y otro más numeroso por detrás con pilotos de velas B, C y D no "pata negra". Media prueba aguantó Cervilla al grupo de cabeza, lo mismo que el grupo perseguidor tardó en ir perdiendo componentes y en ser "doblados" por la cabeza. Poco a poco iban pinchando pilotos a medida que se acercaban a La Sabina, mientras que la cabeza no tenía respiro en ningún momento con los cuatro atacando a la más mínima posibilidad. Nuevamente se llevó la manga Corpas en una hora y media aprovechando un planeo final en una capa de menos viento, entrando en minuto y medio los demás líderes. Pero no había terminado la carrera, y una hora más tarde entraba Piedra, destacado diez minutos de Cervilla, Médico, Sofi, Nieto, Zapata y Leo, todos en 6 minutos y pisando pedal. En la Iglesia se quedó Alaín al arriesgar y lanzarse demasiado bajo como para volver a Gol, faltándole menos de 1 km para completar la manga, aunque se equivocó en la baliza previa y apenas le contaron kilómetros, algo similar a lo que le pasó a Miguel Gayumbo, que se saltó una baliza y llegó a gol.
Un punto y aparte de esta manga fue el almuerzo. Por primera vez la LAP suministró bocadillos a los participantes. Carlos Cervilla fue el artífice de ellos, aportando una buena racion del jamón que tan brillantemente había ganado en la Liga Nacional en su regreso a competición recien salido del taller de mecánica. Aparte de ser el único con vela no "pata negra" que ha conseguido estar ahí con los primeros ha demostrado que forma parte de la LAP, aportando jamón, conocimientos, pilotaje y buen rollo como si viniera siempre. ¡¡¡¡GRACIAS CARLOS!!!!
Dos cosas han quedado claras este fin de semana: Que un día normal no hay forma de toserle a las velas compe, que se parecen en prestaciones menos a un parapente de verdad que a un ala delta de hace pocos años, y que la representación andaluza va con ganas y muy bien servida a Pedro Bernardo a tratar de repetir éxitos de años anteriores en el Campeonato de España. Mucha suerte a todos.
La presencia de fuerte levante en costa dejaba la zona de vuelo de Cenes en el sotavento de la sierra y protegida del viento meteorológico, pero su intensidad influiría mucho en el régimen de vientos y dejó un sábado complicado para una manga de 52 kms, 32 sin radios, por los valles del río Monachil y Genil, con el Cerro de Huenes y la Iglesia de Cenes como puntos más alejados. Un poco -quizás demasiado en algunos momentos- de rock and roll a dos alturas, 1500 y 2000 metros, marcaban fuertes cambios de viento -de hasta 90º- y obligaban a estar muy pendientes de las evoluciones de los parapentes y a afinar mucho en el pilotaje para superar la cizalladura superior.
Con la apertura de la ventana salieron los primeros pilotos y se vio claro que el día obligaba a pilotar muy fino. El primer tramo era difícil, costaba localizar las térmicas y dio con no pocos pilotos en el suelo o casi en el suelo, aprovechando bien el redespegue Morenate y Alain para llegar a gol. Acaban en hora y media Corpas y Castellanos primero, Linde y Cervilla después, único con vela C al ritmo de las velas "pata negra" porque el que tuvo retuvo, a menos de 10 minutos. Poco a poco 6 pilotos más llegan a gol, Jose A. Pérez, Zapata, Morenate, Piedra, Nieto y cerrándolo Alain Curión más allá de las tres horas desde la apertura de la manga. Otros dos pilotos hicieron más de 30 kms, Roby Villena y Dani Blanco, al que no le valió nada más la mitad por realizar un touch-and-go en El Purche.
A la manga de la noche llegamos reventados y no nos alargamos más allá de la cena, que duró hasta las 2 gracias al ambiente de la treintena de personas que allí nos reunimos entre pilotos y allegados. El domingo prometía más y había que reponer fuerzas.
La previsión del domingo era menos dura que la del sábado. Existían las diferentes capas de viento pero las cizalladuras eran mucho más llevaderas que el día anterior. Disfrutamos de dos lanzamientos de paracaidas este día, ambos realizados en salto base soltándose del parapente por parte de Raúl Rodríguez y Demian Cavendish que se acercaron a la zona mientras que disputábamos la manga. Se amplió la zona de vuelo con respecto al sábado, nos acercamos a las estribaciones de la Sierra con la baliza de La Sabina y visitamos dos veces la Fuente del Hervidero, para terminar una vez más en la iglesia los 48 km de manga, 39 sin radios. Rápidamente se hicieron dos grupos, uno de 4 pilotos que ganó la manga con Corpas, Castellanos, Linde y Morenate, perseguidos por Cervilla, y otro más numeroso por detrás con pilotos de velas B, C y D no "pata negra". Media prueba aguantó Cervilla al grupo de cabeza, lo mismo que el grupo perseguidor tardó en ir perdiendo componentes y en ser "doblados" por la cabeza. Poco a poco iban pinchando pilotos a medida que se acercaban a La Sabina, mientras que la cabeza no tenía respiro en ningún momento con los cuatro atacando a la más mínima posibilidad. Nuevamente se llevó la manga Corpas en una hora y media aprovechando un planeo final en una capa de menos viento, entrando en minuto y medio los demás líderes. Pero no había terminado la carrera, y una hora más tarde entraba Piedra, destacado diez minutos de Cervilla, Médico, Sofi, Nieto, Zapata y Leo, todos en 6 minutos y pisando pedal. En la Iglesia se quedó Alaín al arriesgar y lanzarse demasiado bajo como para volver a Gol, faltándole menos de 1 km para completar la manga, aunque se equivocó en la baliza previa y apenas le contaron kilómetros, algo similar a lo que le pasó a Miguel Gayumbo, que se saltó una baliza y llegó a gol.
Un punto y aparte de esta manga fue el almuerzo. Por primera vez la LAP suministró bocadillos a los participantes. Carlos Cervilla fue el artífice de ellos, aportando una buena racion del jamón que tan brillantemente había ganado en la Liga Nacional en su regreso a competición recien salido del taller de mecánica. Aparte de ser el único con vela no "pata negra" que ha conseguido estar ahí con los primeros ha demostrado que forma parte de la LAP, aportando jamón, conocimientos, pilotaje y buen rollo como si viniera siempre. ¡¡¡¡GRACIAS CARLOS!!!!
Dos cosas han quedado claras este fin de semana: Que un día normal no hay forma de toserle a las velas compe, que se parecen en prestaciones menos a un parapente de verdad que a un ala delta de hace pocos años, y que la representación andaluza va con ganas y muy bien servida a Pedro Bernardo a tratar de repetir éxitos de años anteriores en el Campeonato de España. Mucha suerte a todos.